*CAFEÍNA ESPIRITUAL
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Rezar, no cansarse nunca de rezar, que Dios no es sordo ni el Cielo es de bronce. Todo el que pide, recibe.Los hombres dicen: que cosas tan hermosas hace la naturaleza y no levantan los ojos para contemplar al Dios de la naturaleza. Es como ponerse lentes para ver los lentes y no para ver las cosas de lejos.SAN JOSÉ DE CUPERTINO
1603-1663
Fraile napolitano, a quien el Buen Dios le permitió experimentar varios fenómenos Místicos de orden corporal, de manera especial, la levitación.
Gómez Graterol
Cafecito Espiritual
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☕ CAFECITO ESPIRITUAL: "Existen maneras muy distintas de esperar. Si el tiempo no está lleno de un presente cargado de sentido, la espera puede resultar insoportable; si se espera algo, pero en este momento no hay nada, es decir, si el presente está vacío, cada instante que pasa parece exageradamente largo, y la espera se transforma en un peso demasiado grande, porque el futuro es del todo incierto. En cambio, cuando el tiempo está cargado de sentido, y en cada instante percibimos algo específico y positivo, entonces la alegría de la espera hace más valioso el presente" (Pablo VI). Dios Trinidad: Santifícanos, especialmente a nuestras autoridades. Hazme un instrumento de tu Amor. DIOS TE BENDIGA, GRACIA Y PAZ ??☧?️ ☕
Recomendación de libro
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Recomiendo vivamente que los católicos lean este libro para tener formación política: Concepción Católica de la Política de Julio Meinvielle.
Es un libro de unas 350 páginas, y muy bueno. Yo lo leí en el seminario, y lo volví a leer en mis primeros años de sacerdote mientras estudiaba en Roma.
En este libro el padre Julio Meinvielle cita la encíclica "Immortale Dei" del Papa León XIII y su condena al liberalismo; y también cita la encíclica "Divini Redemptoris" (la que condenó el comunismo). Meinvielle también cita a Santo Tomás (Suma Teológica y el tratado del gobierno de los príncipes).En conclusión: un católico no puede ser ni zurdo marxista ni tampoco liberal, ya que ambas corrientes nos llevan al error. Un católico debe buscar el reinado social de Jesucristo por sobre todas las cosas.
Si no leyeron este libro, léanlo que no tiene desperdicio.Bendiciones para todos.P. Tomas Beroch
Qué Significa Rex Gentium?
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"Oh Rey de las Naciones y deseado de los pueblos, piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo, ¡ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra!". Esta sexta antífona nos recuerda un título divino que usa el profeta Jeremías en el tiempo del exilio. Las naciones habían destruido el Templo de Dios y la ciudad santa de Jerusalén, la fe del pueblo estaba en crisis y se preguntaban por el sentido de seguir creyendo en el Señor. El profeta les recuerda que todo el poder de las naciones solo era permitido por aquel que estaba detrás de ellas, que al final, el único y auténtico Rey era el Señor. En el primer siglo, cuando las naciones perseguían a la Iglesia de Dios, el vidente del Apocalipsis tuvo una visión en la que los mártires cantaban un cántico de victoria llamando a Dios "Rey de las Naciones" (Ap 15,3-4). No son las naciones las que tienen el poder, no son las potencias mundiales con sus posibilidades de apretar botones nucleares o agudizar las guerras hasta acabarnos. Proclamamos ante todos los cataclismos y los desastres humanos que sólo Cristo es Rey, que sólo él tiene el poder.
El ángel Gabriel dijo a María: "El Señor Dios le dará el trono y reinará por los siglos". María lo creyó y se convirtió así en la "Madre del Señor", como la llama Isabel en el Evangelio De Hoy. El diálogo de aquellas dos mujeres pasa insignificante ante el mundo: una joven campesina y una anciana, dos mujeres, hablan sobre sus embarazos en una casa rural en un país lejano... ¿qué importancia podría tener esa conversación para los poderosos de este mundo? El gran César Augusto, señor del mundo, no podría imaginarse que mientras él construía un Imperio, Dios estaba trayendo al mundo un Reino... cuyo rey sería legítimamente Rey de todas las naciones, anhelado de los pueblos, unificador del mundo. Han pasado 2000 años desde aquella conversación en casa de Zacarías e Isabel... el Imperio Romano no existe, sin embargo existen otros imperios que creen tener el control sobre la Tierra. Dios sigue llegando con su Reino de amor, María nos sigue visitando. Dios no pierde la esperanza en nosotros y nosotros no nos cansamos de clamar por su venida... ¡Ven y sálvanos!Fray Duvan
SEMILLA AGUSTINIANA
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Nos acercamos al nacimiento de Jesús con la esperanza de nacer a una vida nueva. Cuando entra Jesús a nuestra vida nada se hace imposible. Que Jesús que nace acompañe tu vida y la de tus seres queridos y aleje todo mal del cuerpo y del alma. Feliz y bendecido día.
“¿Habrá, entonces, y se encontrarán pastores que no busquen sus intereses, sino los de Jesucristo? Los habrá, y se les encontrará; ni faltan, ni faltarán en absoluto ( Serm 46,19)”P. Juan A Cardenas
PALABRAS DEL SANTO PAPA
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En el último tramo del camino del Adviento dejémonos guiar por estos dos verbos. Levantarse y caminar con prontitud: son los dos movimientos que María hizo y que nos invita también a nosotros a hacer en vista de la Navidad. En primer lugar, alzarse. Después del anuncio del ángel, para la Virgen se perfilaba un periodo difícil: su embarazo inesperado la exponía a incomprensiones y también a penas severas, incluso a la lapidación, en la cultura de aquella época. ¡Imaginemos cuántos pensamientos y turbaciones tenía! Sin embargo, no se desanima, no se desespera, sino que se levanta. No mira hacia abajo, hacia los problemas, sino a lo alto, hacia Dios. Y no piensa a quién pedir ayuda, sino a quién ayudar. Siempre piensa en los demás: así es María, pensando siempre en las necesidades de los demás. (…) El segundo movimiento es caminar con prontitud. (…) Yendo hacia la casa de Isabel, María procede con el paso rápido de quien tiene el corazón y la vida llenos de Dios, llenos de su alegría. (…) No nos olvidemos de que el primer acto de caridad que podemos hacer al prójimo es ofrecerle un rostro sereno y sonriente. Es llevarles la alegría de Jesús, como hizo María con Isabel. ¡La Madre de Dios nos tome de la mano, nos ayude a levantarnos y caminar con prontitud hacia la Navidad!
(PAPA, Ángelus, 19 de diciembre de 2021)
@Vaticannews
¡Atravesar montañas para llegar a Navidad!
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¡Al comienzo de la fe cristiana hay una visita! ¡Cada visita es una forma de expandir la vida, de ampliar un círculo! ¡La visita arrastra "afuera"! Al acercarse la Navidad, acompañemos a María que se dispone a ayudar a su prima Isabel.El texto del Evangelio (Lc 1,39-45) es muy hermoso y vale la pena tomarse el tiempo de escucharlo, leerlo y meditarlo. Quiero detenerme en un aspecto inicial de la narración: “María se fue a una región montañosa”. ¡Isabel vivía lejos con Zacarías! Eran una pareja de ancianos y sin hijos y, por la gracia de Dios, Isabel quedo embarazada de Juan el Bautista. El encuentro de María e Isabel, el cariño de dos mujeres embarazadas, el deseo de ayudar, ¡es el escenario de la visita! Para que esto sucediera, María tuvo que “cruzar la montaña”.La vida no siempre es lineal y las montañas son metáfora de la discontinuidad, de la necesidad de amar el desnivel, de dar sentido a lo que no es “llano”. Las «montañas» atraviesan nuestras relaciones y nos recuerdan que visitar, acercarse, comprender, servir, no es una tarea sencilla y fácil, no es un «hacerlo de cualquier modo».Las «montañas» no permiten ver cómo es realmente el otro. Las «montañas» son las imágenes que hacemos, los prejuicios que difundimos, el idealismo que mantenemos. María, al atravesar la montaña, pone en el principio de la fe, la búsqueda de conocer la identidad del otro. Para conocer al otro, para establecer verdaderas relaciones, es necesario superar las “montañas”.Lo que sabemos, en el fondo, es que dedicamos más tiempo a buscar tierra y piedra para levantar las «montañas» que a buscar la forma de cruzarlas. ¡No es casualidad que estemos más aislados, más solos, más enfermos, más deprimidos, más adictos a las redes sociales, más desanimados! Por infortunio, preferimos la superficialidad del «llano» a la audacia de la «montaña».No hay fe sin visitación, no hay fe sin "montaña". Es un continuo «salir de casa». La Iglesia en salida es la Iglesia de María, de Jesús, de la humanidad que no eligió quedarse pisoteando el mismo "llano".P. Maicon